DERECHOS Y OBLIGACIONES
Anna Jorba Ricart Por ser del género femenino para un misógino autoritario en mi fracturada familia, tuve que hacer frente, sola, como hija cuidadora, a todas las necesidades.
Bien es verdad que ello no me representó ningún problema, sino al contrario, me reconfortaba tener la oportunidad de demostrar el cariño y el agradecimiento hacia el ser que me había dado la vida. Hasta su fallecimiento.
Después, intentar conciliar las diferencias en los temas de herencia, me hubiera sido muy difícil de no ser por la mediación de mi abogada. Mi interlocutora para salvar la barrera de la incomunicación. Fue el escudo tras el que protegerme del despotismo familiar a la hora de repartir los bienes.
Defendió dentro de la estricta legalidad lo establecido en un testamento. Todo se repartió a partes iguales. Bueno, todo, menos las obligaciones, que para eso ya no había remedio.
+31
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Hola, Anna.
Buen micro, campeona.
Te dejo mi apoyo y unos abrazos.
Muchisimas gracias Towanda, ¡qué sorpresa!, Campeonisiiiiiima tú.
Abrazos.
Aún nos queda un largo camino. Pero ahí estamos.
Mucha suerte, Anna.
Un abrazo.
Yo todavía estoy disfrutando que el relato haya sido seleccionado. Gracias y mucha suerte para ti, Margarita
Gracias, Anna, por recordarnos la callada y despreciada (pero valiosísima) labor de las cuidadoras, por contarnos una historia que es la de muchas mujeres.
Suerte.
Muchísimas gracias a ti, Manuel, por llegar hasta aquí para comentar. Eres muy amable.
Muchas mujeres son esas víctimas calladas y sacrificadas.
Los derechos tienen siempre la puerta abierta por parte de todos. Cuando hablamos de obligaciones ya es otra cosa. Benditas y bien halladas esas personas que, bajo el epígrafe de «cuidador principal», condicionan buena parte de su vida a devolver lo mucho que les dieron, con una labor agradecida que no puede pagarse con nada.
Palabras que salen del corazón, mensajes redactados con eficacia por alguien que sabe de lo que habla. Una historia posible sobre la abnegación y la generosidad, con un título acertado, que bien pudiera haber sido también: «Conciencia tranquila».
Ya sabes que me encanta leerte. Este relato, en concreto, llega de una forma especial.
Un abrazo grande, Anna
Mira Ángel, si me gusta escribir es porque en cada texto puedo ser el personaje que en un momento dado me apetece ser, cuando no una mujer joven, o un asesino en serie, una caracola o un libro viejo, a veces desbordando humor, otras melancolía, otras pasión…es lo que tiene la ficción.Y hay textos en los que no quisiera ser el personaje protagonista, en los matices de tristeza, de dolor, de ausencias, de indiferencias, y en este relato, la cuidadora tiene mucho de mi o yo mucho de ella.
Te agradezco de corazón este comentario. Un abrazo para ti.
Las obligaciones que la conciencia te dicta dejan tu mente libre de remordimiento. El testamento es otro tema, el materialismo campa a sus anchas. Muy bueno, Anna. Mi voto y un abrazo. Suerte.
Muchas gracias Salvador por llegar hasta aquí y comentar.
Qué bien una conciencia en paz que vela los sueños.
Un abrazo
Buen relato Anna.
Una conciencia tranquila por haber hecho las cosas bien, no tiene precio.
Mucha suerte porque el relato lo merece.
Muchas gracias Andrea tienes razón estar y vivir y dormir tranquila no tiene precio.
Besos.
Mucha suerte Anna. Es un relato que merece estar como está seleccionado y si puede ser con premio.
Muchas gracias Jacobo. A ver si hay suerte, me haría especial ilusion con este texto.
Anna, apoyo total para ti!!! Mil besos
Anna al final conseguí entrar tu te lo mereces este relato es tan bello como real, espero te lleves el galardón un abrazo,,,,todo mi voto para ti Princesa¡¡¡
jajajaja Muchisimas gracias Marta, eres genial.
Buen relato, Anna. Encantado de acceder a esta web para emitir mi voto. Un abrazo y suerte.
Hola Anna, muy buen micro. Todo depende de un jurado que estima, con criterio, la calidad de un texto, pero veo que en este concurso cuentan los votos públicos. Tienes el mío aunque veo que poco adelantas. Un abrazo y suerte.
Te lo agradezco mucho, Tom. A mi no me gustan estas votaciones públicas, porque implican a las amistades y eso parece forzar un poco la situación. Ya es un premio que un relato sea seleccionado. Un abrazo para ti.