Testamentos
En los testamentos quedan reflejadas las últimas voluntades de una persona antes de fallecer por lo tanto en estos documentos se indica el nombre o los nombres de las personas que serán los futuros herederos. Un testamento además del reparto de los bienes también puede contener diversas disposiciones como el reconocimiento de hijos o albaceas testamentarios.
La redacción de un testamento a tiempo en ocasiones puede evitar complicaciones, discusiones familiares o gastos.
Existen varios tipos de testamentos como los testamentos abiertos que son los más habituales, será el notario el encargado de su redacción según las instrucciones del testador, se guardará en la notaría y es fácil de aplicar.
Para la redacción de este testamento será necesario aportar las escrituras de los bienes inmuebles y todos los documentos que se requieran, firmándolo al final si se está conforme.
Otro tipo es el denominado testamento cerrado en el que se entrega al notario un sobre con el testamento, indicando si está escrito a mano o con otros medios, se levantará el acta de entrega y se firmará. Por lo tanto el notario desconocerá por completo el contenido del testamento que se le entrega.
El último tipo de testamento es el ológrafo que debe estar escrito por el puño y letra del testador, firmado por el mismo con fecha y sin tachaduras, hay que remarcar que los testamentos escritos a máquina o ordenador no se considerarán válidos.
Estos testamentos pueden ser falsificados o extraviarse con más facilidad que el resto, conllevan más gastos y las gestiones que los acompañan son más complicadas.
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Fuente: http://www.abogadoherenciasbilbao.com/2016/05/testamentos.html