UN CUENTO MODERNO
Juan Manuel Chica CruzAunque era tentador alzarse rápido sobre el gris de la vida y evadirse con la química de las drogas y la falsa placidez de una realidad sin soporte material mi madre con su ejemplo supo enseñarme algo mejor. Construir una alternativa sólida desde la nada rodeada de vacío que me hiciera resiliente al envite de la vida. Soporté miradas atravesadas como si fuese un animal venenoso del que protegerse. Veían, recelosos, alimentarme de artículos y códigos con la esperanza de convertirme en abogado. Algo inútil en un lugar sin ley como aquel -insistían a mi madre-.
Hasta que en una ocasión se presentó una legión feroz de policías, arquitectos municipales y excavadoras amenazando derrumbar las chabolas a soplidos de un nuevo plan urbano que reduciría toda aquella vivienda ilegal a ceniza en nuestra memoria. Fue entonces cuando pude demostrar que hasta en lugares como aquel ser abogado merece la pena.
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Bravo por esa madre que hizo de la necesidad virtud, y por ese hijo que supo aprovechar sus buenos consejos. Seguro que ambos, sobre todo él, tuvieron que soportar incomprensiones por contradecir aquello de «donde fueres haz lo que vieres», el caldo de cultivo en el que se movían no era nada propicio para su empeño, pero seguro también que se ganaron el respeto y la admiración de una comunidad de personas que, tal vez a partir de ahora, piensen también que el camino menos fácil sea, sin embargo el correcto.
Has creado unos personajes que nos gustaría conocer y, si se diese el caso, hasta contratar.
Un abrazo y suerte, Juan Manuel
Muchas gracias, Ángel, por tu comentario. Está claro que tanto la madre y el hijo de esta historia son personas dignas de admiración. Un abrazo!!
Enhorabuena por el relato, Juan Manuel, suerte!
Muchísimas gracias, Wibo. Un fuerte abrazo!!
Me gustaría poder decir, Juan Manuel, que ser abogado merece la pena en todo lugar, pero, desgraciadamente, no es el caso.
Sin embargo, micros como el tuyo nos anima a seguir diciéndolo.
Mucha, y buena, suerte.
Muchas gracias, Manuel. Es evidente que ser abogado/a siempre merece la pena otra cosa es que no se le valore como debiera. Un abrazo!!
Un relato brillante, muy bien construido. Invocar el poder de una toga en territorio hostil (para un abogado lo son todos), como inspiración y esperanza. Enhorabuena, Juan Manuel. Mi voto y un abrazo.
Muchísimas gracias, Nicolás, por tus palabras. Es un orgullo que alguien que escribe tan bien como tú diga eso de esta historia. Un fuerte abrazo!!
Hola, Juan Manuel.
Creo que siempre hay que escuchar para crecer.
Me ha gustado mucho tu historia.
Suerte y un abrazo.
Muchísimas gracias Towanda!!! Escuchar y escuchar bien es tan importante como hablar o más. Un fuerte abrazo!!
Todo el mundo necesita en algún momento un abogado. Nadie mejor que tu protagonista para defender lo que tan bien conoce.
Te deseo mucha suerte y aporto mi voto.
Besos apretados.
Muchisimas gracias, Pilar, por pasarte por aquí. Un abrazo.
Abogado resiliente el tuyo, Juan Manuel!!!
Esa legión feroz de policías, arquitecto municipales y excavadoras hacen al lobo del cuento un corderito… ayyy… qué miedo dan!!!
Me ha gustado mucho!!!
Un abrazo y mi voto!
Marta
Muchas gracias, Marta, el lobo del cuento queda muchas veces en angelito en el mundo real. Un abrazo.
Precioso y muy bien narrado. Además, con una ventana abierta a la esperanza cuando las circunstancias contrarias parecen prever la inutilidad del esfuerzo. Un abrazo y mi voto.
Hola, Esteban. Muchas gracias por tu comentario y valoración. Un fuerte abrazo!!!
Tiene mucho mérito no dejarse arrastrar por la corriente, y más cuando nadie te enseña a nadar.
Un saludo, Juan Manuel, y mucha suerte.
Margarita, muchas gracias por tu voto, tu comentario y el pasarte por aquí. Un fuerte abrazo!!
El ejemplo de una madre y la firmeza de una vocación canaliza el destino del protagonista. El conflicto da pie a demostrar la grandeza de su profesión. Muy bueno, Juan Manuel. Un abrazo y suerte.
Muchísimas gracias por tu voto y tu comentario. Un abrazo fuerte!!.
Impresionante Juan Manuel! Tan fluido y tan esperanzador. Confío en que la historia terminase bien. Mi voto y un beso.
Muchísimas gracias, Ana, por tu comentario y tu voto. Un beso.
Desgraciadamente es un cuento muy moderno. La ternura y la dureza conviven en este relato. Y la esperanza como colofón.
Mi enhorabuena y mi voto.
Muchas gracias, Lola, por tu comentario, tu voto y pasarte por aquí. Un abrazo fuerte!!
VERGONZOSA LA LUCHA FRATICIDA POR UN HACERSE UN HUECO EN LA FINAL DE ALGUNAS PERSONAS