Sueños

Jesús María García Albi · Majadahonda (Madrid) 

Ha decidido no darse por vencido, a pesar de que piensa que tanto el fiscal como su propio perito se han confabulado contra él.

Su sueño es lo que llena su vida. Ha llegado un momento en que es una obsesión.

Cuando se despierta, viene a su mente antes de que la ducha fría acabe de espabilarle.

La brisa de la mañana sirve para despejarle.

Mientras avanza su jornada, trata de concentrarse en su sueño y lo logra salvo momentos imposibles de separarse de su cruda realidad

Al terminar el día, tras ingerir una verdura no muy apetecible, llega cansado pero convencido de la bondad de su sueño.

Duerme mirando al techo que, a modo de telón, le sirve para ver, en letra impresa, pasar su sueño en las horas de vela. Y enviar su último beso a?

Al alba será ejecutado.

Otro llevará su sueño a la realidad.

 

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