Imagen de perfil¡NO HAY DERECHO!

Almudena Horcajo Sanz 

Cuando por fin consiguieron tener unos sueldos decentes, se casaron. Tenían por delante un futuro que parecía prometedor. Primero se compraron el piso, después el coche…, y más tarde decidieron ser padres. No podían imaginar, ni en el peor de los escenarios posibles, que les despedirían a los dos, y a la vez. Sin apenas recursos, las deudas les asfixiaron rápidamente. El día que abrieron la nevera y la vieron vacía, se les vino el mundo encima.
Sin contactos que les ayuden, sólo han encontrado trabajos precarios con los que pagan los créditos. No quieren quedarse en la calle, reclaman Justica, pueden documentar que los contratos que firmaron escondían, en su letra pequeña, cláusulas abusivas.
Después de escuchar en las noticias que los bancos han obtenido unos beneficios récord, se suben por las paredes. No se pueden perdonar que este año sus hijos se hayan quedado sin regalos de Reyes.

 

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