Desapariciones
William Teixeira Correa · Montevideo (Uruguay)Nadie en toda Europa se explicaba cómo la esposa y asistente del mago no había reaparecido luego de su famosa ilusión del cubo de cristal. El hombre juraba desconocer su paradero, y cuando alguien intentaba profundizar en el asunto, simplemente decía: “La magia encierra misterios insondables. Me temo que éste es uno de ellos”. Para colmo, en los pasillos de la corte se rumoreaba que la fiscalía contaba con un misterioso testigo que “lo había visto todo”. Hablé entonces con el mago -mi cliente- y le supliqué que confesara, dando ya por descartada su absolución, pero él insistió con eso de la magia y sus misterios. Y llegó el día del señalamiento, y luego el juicio, y el juez llamó a declarar al misterioso testigo. Nadie compareció. El mago me miró extrañado. Sonriendo, le susurré al oído: “La vida encierra misterios insondables. Me temo que éste es uno de ellos”.