Deshonra
Haizea González Barreira · Vitoria - Gasteiz¡ramos, desde siempre, una familia de ladrones. Era un honor. Para mí, participar en robos y algunos asuntos más movidos era algo natural, mamado desde bebé. Ir contra la ley y sentir que la ley iba en contra mia estaba interiorizado, no me provocaba estrés, no lo vivía como una persecución. Era nuestro estilo de vida, y el lucro obtenido lo justificaba todo. Tras morir mi padre «el negocio» decayó, pero nunca creí que hasta tal punto. Si él hubiera vivido para ver el embargo de todos sus tesoros… Si él supiera lo que ahora me planteo, delante del espejo, resumiendo el pasado y mirando, solo y valiente, al futuro… Iba a hacer lo que más podría deshonrarle. Lo veía claro, remontar, darle un giro a la vida. Tener razón, ganar «a su manera». Mi padre se removería en su tumba si se enterara de mis propósitos de hacerme abogado.