Teniente General Manzuna
Carmen Castro · ValladolidYo estaba predestinado a ser militar. Hijo de Comandante, nieto y bisnieto de Generales, mi futuro estaba escrito antes de que yo naciera. Mi padre me dio el testigo cuando yo tenía 19 años, y así fue como yo me convertí en lo que todo el mundo quería que fuera: el soldado Manzuna. Yo, que tenía alergia los uniformes y las jerarquías, que desde que tengo uso de razón soñaba con ponerme la toga y decir, con gran respeto, “con la venia”, que me imaginaba en comisaría defendiendo a mi cliente, al que estarían tomando declaración, me convertí un día en el Teniente General Manzuna. No obstante, en la UNED, donde estudio Derecho en mis ratos libres, soy Manzuna Caso, Román, un alumno aplicado que disfruta con Cayo, Ticio y Sempronio. Por cierto, de optativa cogí Derecho Militar, y saqué Matrícula, claro.