FALSAS ACUSACIONES
Mercedes Villegas López · AlicanteNada más ver la luz aquel artículo, la popularidad de mi cliente cayó en picado. Yo era su abogado y, en cierto modo, me sentía responsable de luchar contra aquel derribo de su imagen pública al que él se había entregado sin oponer resistencia. Estaba tan hundido que apenas me miraba a los ojos la tarde que nos reunimos para programar la estrategia. Redacté un manifiesto en el que aludía a la ola de acusaciones similares en el mundo de la farándula como causa principal del pábulo que se estaba dando a aquella inmundicia. Mi cliente leía sin emoción, de un modo distante, como si todo aquel dislate no fuera con él. Convoqué una rueda de prensa multitudinaria. Mi cliente se acercó al micrófono y, sin levantar la mirada, se deshizo del papel que le había dado. Habló, sollozó y acabó confesando. Salí de allí sin mirar atrás.
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Inauguró tu casillero. Yo, al igual que el abogado de tu historia, me quedo perplejo ante la reacción de su cliente Necesita también un psicólogo o un coach de esos que tanto prodigan ahora. Mucha suerte .
¡Gracias!