UN PARTICULAR DESAHUCIO
Julia Lucía Pariente Cuando entré en la cocina encontré encima de la mesa un sobre en blanco. Lo abrí y saqué el papel que contenía, arqueando la ceja incrédulo ante lo sorprendente de su contenido.
Mi hijo, mi propio hijo, ese adolescente al que hace no tanto tenía que mecer cada noche para apaciguar su llanto, me solicitaba de su puño y letra que le devolviera la posesión de su habitación y el “lanzamiento” inmediato, con la clara intención de que dejara de entrar en su cuarto a sus espaldas para poner un poco de orden en ese desastre.
Respiré hondo convencido de que tenía que gestionar aquella situación con el tono más amable posible. Definitivamente, los términos de aquella misiva confirmaban que mi mujer y yo habíamos hablado de trabajo más de la cuenta en las cenas familiares.
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Habrá que recoger la enseñanza que encierra tu microrrelato.
Me ha gustado. Felicidades
In the midst of that busy week, I photographed the hell out of the watch and actually went so far as to say it was «the best watch of the week by a very, very wide margin.» What link I actually typed in the headline – and texted to Ben and a few others is – «I just saw the best watch of the year.» To be fair, we were only a few months into the year, and I was relatively new to the team; how could I know what would come? I still think I wasn’t wrong. But even Ben wasn’t convinced at the time.