La cita

Fernando Bedoya Londoño · Florencia-Caquetá-Colombia 

Los días para la apelación habían terminado. ¿Sería que en esas pocas horas que quedaban podía redactar el documento y enviarlo al juzgado que por las fiestas navideñas podría cerrar antes de la hora prevista? Calculó el tiempo y pensó que sí. En ese momento sonó el teléfono y contestó: Aló, Fernández y Martínez ¿en qué podemos servirle? ¿Es con el abogado Fernández? dijo la Señora Suárez a quien reconoció por su sensual voz. Sí, con él habla. ¿Ha pensado en mi propuesta?-preguntó ella- Sí, claro, dónde nos vemos?. En el restaurante de su amigo el gourmet y allí veremos,-respondió la dama. Horas después entre sábanas satinadas miraba a la nueva rica y pensaba que su crisis económica había terminado; los niños le serían entregados al ex marido y él gozaría de la fortuna. Luego pensaría en alguna mentirilla para explicarle a su cliente porque habían perdido el pleito.

 

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