El contrato

Carmen Soucase Furió · Gandía (Valencia) 

Sentado en un banco de la estación puso término a su brillante carrera como abogado independiente. Acababa de firmar su entrada en la nómina de empleados de «Applewhite,Lekker & Tilman» con sede en Londres, un trabajo que le proporcionaría todos los meses un sueldo con el que pagar sus gastos. Sin embargo «algo» le hacía sentir que se encontraba al borde de un precipicio sin un parapeto que le impidiera el salto. Su móvil recibió un mensaje que decía : «¡Arturitooo…! Que renuncio a la querella y acepto el arbitraje, soy un mentecato y tenias razón.¡Oye…! Hoy partido y cañas a las 8 ¡Gracias chavalote!». A lo lejos vio una gran papelera pintada de verde pistacho y haciendo del contrato una bola de papel la lanzó, encestando de un solo tiro. Salió del andén hacia el partido y las cañas; ya pensaría mañana como pagar las facturas.

 

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