Otra vez igual
Alfredo Juez Sánchez · MADRIDMe sentía arder en la hoguera, todas las veces me ocurría lo mismo, un sudor frío recorría mi frente mientras mis ojos revisaban una y otra vez los papeles que tenía delante. Consciente de no poder malgastar más tiempo estaba claro que la lentitud de elección de la que siempre hice gala me iba a hacer pagar una comisión demasiado alta. Sabía que la clave estaba en revisar mentalmente lo que había elegido otras veces, pero al igual que en el pleito de la semana pasada, estaba en blanco. De pronto una voz me devolvió a la realidad: ¡¨Sabe ya lo que quiere del menú señor?