El letrado sobre ruedas
Marta Trutxuelo García · GipuzkoaLlegué al bufete y sobre la mesa encontré una llave con una escueta nota: “Guárdala, te ayudará a mejorar tu vida”. Extrañado y jugueteando con la llave en la mano encendí el ordenador y encontré un e-mail con remitente desconocido: “Abogado, tu vida tiene elementos tóxicos que debes eliminar”, y adjuntaba una fotografía de mi familia, junto a mi vehículo. Un escalofrío me recorrió la espalda y cuando escuché el timbre del teléfono casi salté de la silla. “Sigue las instrucciones y todo irá sobre ruedas. Acude a…”. A duras penas conseguí garabatear la dirección que me indicó la desconocida voz. Llegué jadeando al punto de encuentro. “Menos coche, más ejercicio… menos colesterol…”, dijo un encapuchado, me pidió la llave y abrió el candado de… ¡una bicicleta! Se quitó la capucha y… “¡¡¡¡Feliz cumpleaños!!!”, corearon mi hijo y mi mujer mientras yo intentaba recuperarme de un ataque de ansiedad.