Espíritu aventurero
María Antonia Lucas Amate · MADRID«No importa a lo que te dediques en la vida siempre que lo hagas con pasión?. Cuando era pequeña mi madre me lo decía cuando buscaba mi lugar en el mundo y aquello que me hiciera feliz. El problema es que nunca pensó que sería abogado. No es que fuera una profesión deshonrosa, todo lo contrario, es que ella, soñadora de profesión, imaginaba algo romántico y aventurero. No entendía cómo podía apasionarme ante un libro de quinientas páginas que le parecía un ladrillo y desde luego no encontraba nada emocionante redactar cédulas de ningún tipo. Simpre estaba de buen humor y sólo la vi llorar el día que le confesé que quería estudiar Derecho. Para compensar, intento hacer cosas que me diferencien de los demás letrados y le hagan estar orgullosa de mó y entre mi inventario de peculiaridades tengo que destacar una toga rosa que nunca me dejan usar.