Gratitud
Vicente Küster Santa-CruzAbrí el cajón de su mesita de noche y allí estaba. Era una imagen antigua, con mi padre treinta años más joven. Detrás podía leerse: “Confinamiento 2020 – Coronavirus”. Mamá hacía dos años que nos había dejado. Me senté en el borde de la cama e intenté recordar. Papá dormía. En la imagen aparecíamos los tres, con la mascarilla en la boca. Aquella que tuvimos que llevar un tiempo, cuando las clases del colegio se suspendieron y el mundo pareció cambiar de repente. Después llegó la vacuna y todo volvió a su cauce. Mi padre era un abogado laboralista reconocido y no dejó de trabajar ni un solo día, a pesar de la propagación del virus y de las noticias inquietantes que llegaban. Cada día le oía llegar tarde a casa y pensaba que era invencible. Ahora descansaba frágil a mi lado, ajeno a sus recuerdos. Todo un ejemplo.
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Muy bien escrito y con proyección de futuro . Enhorabuena!
Un relato fiel a la realidad presente y futura
Se agradece. Es un placer
Muy bien, gran relato. Enhorabuena!
Gracias, me alegro de que te guste!!!
Excelente relato, logra conectar muy bien con las emociones. Gran trabajo, enhorabuena!
Hermosísimo micro. Eriza el vello.
Un abrazo enorme y suerte.
Muchas gracias. Me alegro mucho de que te haya gustado
Un relato bien narrado y muy tierno. Enhorabuena y mi voto.
Me alegro que te haya gustado. Gracias
Emociona porque es la realidad que estamos viviendo. Gran historia con pocas palabras. Enhorabuena!
Muy oportuno el agradecimiento a nuestros mayores tan desatendidos. Mi voto
Gracias Las sociedades avanzadas son también aquellas que saben cuidar de sus mayores. Son uno de nuestros principales activos, aunque algunos parece que no lo saben
Fantástico Vicente!!! Muy bien escrito y muy apropiado para la situación.
Gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado