Imagen de perfilAmor incondicional por entregas

María Sergia Martín González- towanda 

Resultó agradable que Damián quisiera suscribirse a aquella colección. Siempre le hemos animado a amar nuestra profesión y el bufete tuvo una brillante idea cuando decidió lanzarla para conocimiento del público infantil. Con el primer fascículo llegó la toga. Fue emocionante verlo, vestido de negro, en el umbral de la puerta esperando al bus escolar. El segundo trajo un código civil en lectura fácil. Cada noche, antes de dormir, hacía que leyera algún capítulo y preguntaba palabras que no entendía. Después llegaron artículos que hablaban de abogados, de democracia, de justicia y de la necesidad de proteger los derechos de las personas. Y de los animales.

Damián estaba inmensamente feliz hasta que, sin preaviso, alguien decidió concluir la colección. No hubo alegación posible…

Ahora, el crío deambula como alma en pena mientras desabrocha su toga, blanquecina por el uso, para mostrarnos el hueco vacío que ha quedado en su pecho.

 

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