La voz del juez resonó con la firmeza de siempre. Recriminaba a su interlocutor la pobreza de su argumentación, carente de bases sólidas, en la línea de los últimos meses. Además, le exigía erradicar esa actitud que rozaba el desacato, instándole con vehemencia a empezar el año con una reflexión global sobre una conducta tan impropia.
Al otro lado del móvil, sin oportunidad para la réplica, el abrumado destinatario de la amonestación intentaba en vano convencer al magistrado para que aceptara su soledad en las fiestas navideñas, no como una condena impuesta por la familia, sino como la imprescindible medida precautoria, apenas atenuada por los niños que, en cada videollamada, no dejaban de gritar lo mucho que echaban de menos a su abuelo.
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Con qué arte más magistral nos engañas, Jero. Si yo fuese miembro del jurado, sin duda te consideraría culpable.
Ojalá esos niños abracen pronto a su abuelo.
Muchas gracias Margarita! Desde luego tu indulgencia no tiene límites. Un abrazo muy grande para ti
La dichosa pandemia se ha cebado más con aquellos a los que tanto debemos, que ya de por sí los tenía en un último plano, en esta sociedad egoísta y sin memoria, en la que todo transcurre demasiado rápido y solo se valora la juventud, aunque como carne de cañón.
Muy buen mensaje y muy buen contado.
Un abrazo grande, Jero
Muchas gracias Ángel. La reslidad de estos días que nos ha tocado vivir. Un fuerte abrazo para ti y mucha suerte.
Un retrato perfecto de lo que han sido estas fiestas, aplicable a tantas familias, y sobre todo a tantos de nuestros mayores. Muy bien escrito, con esa fina ironía que sin duda inclina la balanza a favor del juez. Enhorabuena, mi voto, y mis mejores deseos para este 2021.
Muchas gracias Nicolás. Todo lo mejor para ti y los tuyos en un año que no va empezando demasiado bien. Nuestro juez al menos tiene la fuerza para exigir algo que considera justo veremos qué consigue. Un fuerte abrazo
Hola, Jero.
Un micro impecable.
Sí, señor.
Abrazote.
Muchas gracias Towanda! El tuyo también me ha gustado mucho! Un beso
Una bonita historia, Jero. La dura realidad que están viviendo nuestros mayores, contada de forma original.
Felicidades y suerte.
Ahí va mi voto y un abrazo.
Muchas gracias Ana Isabel! Son días difíciles para todos y la pandemia afecta a todos los sectores. Un fuerte abrazo!
Jero, que relato tan bueno. Creo que cuentas una realidad que ha debido ocurrir mucho estas pasadas fiestas.
Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Un abrazo.
Muchísimas gracias Javier! Unas fiestas diferentes desde luego.
Mucha suerte también y todo lo mejor para 2021 !
Enhorabuena, Jero. Nos llevas con gran maestría hasta un final sorprendente, que humaniza a los jueces.
Te dejo mi voto y te deseo mucha suerte.
Besos apretados.
Muchas gracias Pilar. También los jueces tienen su corazóncito. Un beso enorme!
Magistral relato. Me ha encantado. Mi enhorabuena y mi voto.
Muchísimas gracias Francisco José. Me alegra mucho que te haya gustado. Un fuerte abrazo.
Cuánto dolor el alejamiento por este maldito virus. Racionalmente lo entendemos, pero cuesta mucho renunciar a reunirnos con la familia; y además están los niños y ese vínculo tan especial con el abuelo. En fin, has reunido, desde una perspectiva muy original y tierna, las principales consecuencias negativas del confinamiento. Un saludo efusivo y un voto.
Muchas gracias Esteban. Es hora de luchar, como decías en tu relato y seguir adelante hasta que podamos estar con las fuerzas y cercanía de no hace tanto. Un abrazo enorme
Me parece muy hermosa tu historia.
Un afectuoso abrazo.
Muchas gracias Carmen. Me alegra mucho. Un poco de ternura ,aunque sea a través de un juez irascible, no nos viene nada mal. Un beso
Un relato con el tema desgraciadamente actual, pero muy bien hilado.
Suerte con él.
Votado.
Muchas gracias Yolanda! De palpitante actualidad desde luego. Un abrazo y toda la suerte para ti también