AL PIE DE LA LETRA
Esteban Torres Sagra Compañeros de carrera los cuatro, siempre nos atrajeron los fenómenos paranormales, por eso la reunión nocturna en aquella casa donde pasaban cosas. Tras un rato de máxima concentración sin que ocurriera nada, la güija comenzó a moverse hasta formar la palabra ORGULLO, y de pronto las paredes se tiñeron con los colores del arco iris.
El espíritu quería contactar con un abogado que le pudiese ayudar en el inframundo, donde al parecer llevan retraso con la tolerancia y los derechos de ciertos colectivos. Cuando llegó mi turno de palabra le pregunté que a cuál de nosotros prefería. Se abrió el armario desvencijado que había en la estancia y luego deletreó mi nombre. Sería fundamental como experiencia para mí defender a un alma gemela en apuros. No reparé en mis palabras y le contesté que «me moría de ganas».
Por desgracia, se lo tomó al pie de la letra.
+22
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Enhorabuena, Esteban. Una alegría leerte por aquí y más sí aparezcen nuestras historias juntas. Fabulosa historia aunque a tu protagonista le ha caído todo de golpe y porrazo. Un abrazo, mi voto y suerte.
Gracias, compañero.
Diversidad sexual tratada con respeto y sin estereotipos con un panorama sobrenatural de fondo, ¡¡y menudo desenlace!! …. ¿qué decirte, Esteban, que ya no te haya dicho? Me quito el sombrero con tu originalidad. De forma indudable, no me hace falta una güija para arrastrar el puntero del ratón hasta el voto, Un abrazo y mucha suerte.
Un honor recibir tu visita y tu voto y, por supuesto, ese comentario que me ruboriza. Un abrazo y muchas gracias.
Felicidades, Esteban. Una historia muy original y bien construida.
Ahí va mi voto. Un saludo.
Juan Carlos.
Muchas gracias. Me alegra que te guste. Un saludo Juan Carlos.
De nada, Esteban. Suerte.
Original historia de ouija.
Tienes mi voto.
Muchas gracias, Carolina. Aquello, si existe, debería ser un reflejo de lo que pasa en este lado del túnel. Un saludo.
Enhorabuena, Esteban, también me muero de ganas por leer un buen relato como el tuyo. Mi voto y saludos.
Gracias, José Manuel, pero cuidado con lo que dices que las palabras las carga el diablo. Un abrazo.
Grande, Esteban, como siempre. Un relato magnífico. Mi voto y mucha suerte.
Un abrazo.
Muy agradecido, Nicolás. Un abrazo.
¡Qué bueno, Esteban!
Gracias, amiga. Un beso.
Desde el «Más acá» y, con todas las letras, le digo: ¡BRAVO!
Me ha encantado, Esteban.
Mi voto y mucha suerte.
Un abrazo.
Gracias, Gabriel, por su comentario y su voto. Un abrazo.
Amigo Esteban, ese pespunte que das al final como remate de tu costura, es a la vez sencillo y sublime, como si lo hubiese dado Pertegaz para rematar tu relato. Hay por aquí muy buenos costureros/as de las palabras, con los que un aprendiz de costura como yo no puede competir.
Mi tercer voto, al pie de la letra, es tuyo.
Un abrazo.
Muchísimas gracias, Guillermo, por tu comentario. Es un honor que alguien valore lo que escribes y más si ese alguien, como tú, es un compañero de viaje con tanto conocimiento y perspicacia. Un abrazo, amigo.