Imagen de perfilAL PIE DE LA LETRA

Esteban Torres Sagra 

Compañeros de carrera los cuatro, siempre nos atrajeron los fenómenos paranormales, por eso la reunión nocturna en aquella casa donde pasaban cosas. Tras un rato de máxima concentración sin que ocurriera nada, la güija comenzó a moverse hasta formar la palabra ORGULLO, y de pronto las paredes se tiñeron con los colores del arco iris.
El espíritu quería contactar con un abogado que le pudiese ayudar en el inframundo, donde al parecer llevan retraso con la tolerancia y los derechos de ciertos colectivos. Cuando llegó mi turno de palabra le pregunté que a cuál de nosotros prefería. Se abrió el armario desvencijado que había en la estancia y luego deletreó mi nombre. Sería fundamental como experiencia para mí defender a un alma gemela en apuros. No reparé en mis palabras y le contesté que «me moría de ganas».
Por desgracia, se lo tomó al pie de la letra.

 

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