MONICA CRISTOBAL ALVAREZ

Microrrelatos publicados

  • El derecho camina un paso por detrás

    Camino hacia la iglesia a un funeral. En la terraza de la cafetería de enfrente, un hombre y una mujer, mayores, meriendan. Ella ensaimada con nata, él un café. La mirada de él es de emoción mientras ella gesticula, ríe y se le desliza un trozo del pastel por el carrillo. Les reconozco, es el matrimonio que pidió la segunda oportunidad tras razonar que su videoclub era un negocio manido. Conseguí ganar su caso y ahora doy gracias a la primavera por poder ver el nuevo comienzo. Llego a la iglesia a honrar a otro cliente en su tercer aniversario. Su caso no se ganó, a pesar del declive de su escuela de formación en máquinas de escribir, y se quitó de en medio.
    La viuda habla y algo en su confesión me lleva al futuro. Me viene el rótulo de la cafetería a la memoria: “Un paso por detrás”.

    | Abril 2024
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 39

  • EN MI PROPIA PIEL

    El abogado hace a menudo labores administrativas tediosas. Por eso estaba ayer, en la fila de acceso al registro, para preguntar por un litigio.
    En la cola, además de profesionales, había denunciantes y denunciados de a pie.
    El de delante me preguntó, seguramente por mi aspecto, si podía pactar en un delito de robo. Yo, por ser afable, le indiqué varias opciones. El de detrás aprovechó para contarme que había denunciado al gobierno, por si le tocaba estar en la mesa electoral en las elecciones, ya que tenía contratadas sus vacaciones. Y también le asesoré.
    Cuando accedí a la ventanilla, satisfecha con aportar en cualquier lugar mi granito de arena jurídico, abrí mi bolso para enseñar mi carnet y me di cuenta. No estaba el monedero. En la fila tampoco estaba el denunciante del gobierno.
    Y, por primera vez, sentí en mi propia piel la inseguridad jurídica en sede judicial...

    | Junio 2023
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 13

  • Sueños de un principiante

    M.C., presuntamente abogado, sueña con su última jornada de trabajo antes de la jubilación.
    El día en el que dirá todo lo que piensa, sin el riesgo de ser expulsado de la profesión.
    El su último escrito procesal, solicitará al juez que se dedique a preservar la justicia estudiando a fondo los temas, sin el corta y pega tan habitual.
    Esa mañana en el juzgado, arengará a los funcionarios sobre que ellos son la cabeza visible de la justicia ante el ciudadano, debiéndoles tratar con amabilidad, empatía y dejando de lado la tradicional cara de vinagre y los incomprensibles monosílabos.
    En el alegato final del juicio, expondrá al compañero contrario que el tejido de la profesión se construye con el diálogo y no con el ego.
    M.C. acelera el paso hacia la puerta del Tribunal soñando con esos momentos, en la que es su segunda semana como abogado en ejercicio.

    | Octubre 2021
     Participante
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  • LA TOGA ARTIFICIAL

    El robot Toguix3 entra en la sala. La inteligencia artificial ha llegado a los juzgados y amenaza con erradicar nuestros empleos. El abogado contrario, humano, se siente vulnerable ante ese amasijo de cables.
    En sus alegatos, Toguix3 recita todos los artículos de aplicación, sentencias dictadas hasta la fecha y doctrina relevante.
    El juez supremo sabe que toda la población está hoy pendiente de él y se siente inferior ante el exagerado conocimiento del robot sobre la materia.
    Así que sentencia, sin posibilidad de recurso y para toda jurisdicción, que los seres sin sentimiento no tendrán la oportunidad de ejercer la defensa legal, porque emoción y derecho son un algoritmo indestructible.
    No calibró que el big data había absorbido el alma de la toga que los letrados humanos habían desterrado.
    Ahora, en los juzgados, sólo defienden los Toguix3 y los colegios de abogados están enterrados bajo los escombros de ordenadores fundidos.

    | Junio 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 9

  • HOMENAJE A LAS PRIMERAS JURISTAS. GRACIAS

    Deja su elegante traje y se viste de hombre para ir de oyente a la facultad de Derecho, como todas las tardes, sin hablar con nadie, mirando siempre hacia el suelo al caminar.
    Cuando recogen los trabajos de fin de semestre, el suyo, “Sobre la condición jurídica de la madre”, no lo ubica el profesor en ningún expediente. No tiene matrícula abierta, pero es extraordinariamente brillante. La Universidad lo descubre y le recrimina la traición a las labores propias de su sexo, prohibiéndole volver al siguiente curso.
    Pero ella recurre y practica su alegato en la intimidad de su cuarto, porque tampoco puede, sin la licencia de su marido, comparecer en juicio por sí o por medio de Procurador.
    En sus sueños gana el juicio. Ninguna prohibición legal había para soñar. Y en 1890, con hilos de esperanza y bordados de vocación, ella cose paciente, la primera toga de mujer.

    | Abril 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 6

  • EL PROPÓSITO DE LA JUSTICIA

    - Y para terminar, Señoría, solicitar también la custodia compartida de la tortuga, que a mayor abundamiento fue un regalo de boda de este letrado.
    El Juez suspira profundamente y alza los ojos al cielo.
    No puede más. Está harto. Está cansado de repartir niños, estirar sueldos, definir lotes equitativos con coches, joyas, juegos de café de sobremesa…
    Le conozco tan bien, desde mi sitio de agente judicial, que en ese momento puedo masticar la tragedia.
    El silencio en la sala es espectral, salvo el intermitente moqueo sospechoso de la esposa. Salgo sigilosamente para ir pidiendo el carnet a las partes del siguiente juicio. No quiero escuchar el final de este circo.
    Cuando se abren las puertas, veo avanzar al abogado solicitante con la cara desencajada y la tortuga entre sus brazos.
    Y aprendo, una vez más, que el propósito de la justicia es dar a cada quién lo debido.

    | Enero 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 4

  • POR FIN SOY LIBRE

    Yo tenía mi argumentario para los clientes que me mandaban consultas por whatsapp:
    "Pide cita porque, como el médico, para valorar la fractura debo ver la radiografía”.
    “Por este medio no contesto asuntos profesionales”.
    Pero era inútil. Hasta que un mentecato me mandó: “k hago con sto?”, y una foto adjunta. Abrí el archivo y vi al socio del sujeto, a pie de obra, con una pala incrustada en la cabeza y los ojos abiertos a la muerte.
    Le contesté con la foto de una tumba que, como correlativo, encontré “on line” con el móvil a la palabra fallecimiento. Y con la premura de mi respuesta, el sujeto hormigonó el cuerpo.
    A él acusaron de asesinato y a mí de encubrimiento. Desde la cárcel, intenté litigar contra el atosigamiento que estamos sufriendo los abogados con las nuevas tecnologías y perdí.
    Pero aquí no hay cobertura.
    Por fin soy libre.

    | Abril 2017
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 13

  • LAS OTRAS SENTENCIAS

    Llevo muchos años ejerciendo, esperando siempre de cada procedimiento una sentencia favorable y con el mismo entusiasmo que el primer día. Pero hoy no. Hoy el fallo que tendré que escuchar me genera un sudor frío impermeable y un miedo intransitable, mucho miedo. Cuando me pasaban el otro día el ultrasonido por el pecho, en una prueba rutinaria, andaba yo pensando en unas conclusiones, en mis recursos, en mis clientes... Y luego el médico entró a testificar. Malditas palabras. Quiero pedir ahora y a gritos, en esta sala de espera, la inadmisión de la prueba. Soy una persona sana, como bien, hago ejercicio y me estreso lo que la toga provoca, nada más. No quiero terminar en una caja de pino, me quedan muchos juicios que celebrar. Escucho mi nombre en la boca de esa enfermera, como si fuera el auxiliar de justicia, y entro acusada a escuchar la sentencia.

    | Octubre 2016
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 19

  • LAS ARMAS DEL DERECHO

    En las bodas estoy harta que en la mesa en la que te colocan, normalmente entre desconocidos ya que eres una persona muy sociable y dicharachera, en cuanto saben que eres abogada, todo el mundo te pregunte por su herencia, su alquiler, su despido…
    En la última boda hice renuncia de mi profesión y en cuanto me preguntaron, solté que era ingeniera agrícola, pues del trigo y sus genéricos la población urbana apenas sabe y, efectivamente, me dejaron en seguida en paz.
    Lo que pasa es que cuando el guapo que estaba sentado a mi lado quiso ligar conmigo, yo no tenía apenas tema de conversación. Respondía con mi asentimiento a su monólogo como una tonta, sin saber de qué hablarle…
    Entonces me di cuenta del poder que te da el saber de herencias, alquileres y despidos…
    Nunca volví a renunciar y ya voy muy satisfecha por el tercer matrimonio.

    | Mayo 2016
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 26